Ursula K. Le Guin: las palabras son mi medio

Al cumplir 11 años, durante las vacaciones más aguadas desde que García Márquez escribiera «Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo», me tropecé con «Planeta de Exilio». Desde entonces, he perseguido los libros de su autora por todas las librerías a las que he ido.

Considerada una de las mejores escritoras de ciencia ficción, un territorio monopolizado por el sexo masculino, ha desarrollando a lo largo de más de 50 años una extensa obra que incluye 19 novelas, 13 libros infantiles, 2 colecciones de ensayos, 6 volúmenes de poesía, 2 volúmenes de traducciones y 9 colecciones de cuentos publicados en The New Yorker, Omni, Redbook, Fantasy and Science Fiction, Playboy y Playgirl.

¿Su nombre? Ursula K. Le Guin.

Nacida en 1929, pertenece a la mal llamada «Silent Generation» —aquellos estadounidenses que fueron niños durante la Segunda Guerra Mundial— pero Le Guin es cualquier cosa menos callada. Estuvo involucrada en la lucha por los derechos civiles, el movimiento feminista y antiguerra durante los 60. A través de sus historias y complejos personajes, ha explorado el sexismo, racismo, nacionalismo, progreso tecnológico y las grietas en populares visiones utópicas.

Comentando acerca de esto último ha dicho, «Al ver mis libros, encontrarán que la mayoría de los personajes principales no son blancos. No se ve en la cubierta porque se rehúsan a colocar a gente de color en las portadas. Pero siempre lo he hecho de forma deliberada porque la mayoría de las personas en el mundo no son blancas. ¿Por qué deberíamos asumir que lo serán en el futuro?»

De hecho, esto se trasluce a través de su obra en el continuo rediseño que hace de las sociedades descritas en sus libros. Pero, no solamente es capaz de deconstruir incesantemente el orden social, sino que además ha desarrollado el lenguaje de una forma compleja, creando dialectos únicos para los mundos de sus historias.

Le Guin dice que el proceso de convertirse en una feminista sucedió paulatinamente. «Al principio fui una feminista tímida y conservadora —dice— pero hubo muchos logros que me ayudaron. Uno fue la publicación de la Antología de Literatura Femenina Norton. Leí cada palabra. Era un material fantástico que fue a la vez placentero y revelador. Pudimos escribir como mujeres en vez de hacerlo como hombres honorables». (Elisabeth Sherwin, 1997)

«Luego de los realistas mágicos suramericanos, no se pudo decir que sólo el realismo era literario».

La descripción de los escenarios y las relaciones entre los personajes, son siempre el punto central, por lo cual algunos críticos no la ubican dentro del género de la Ciencia Ficción propiamente. Pero la falta de naves espaciales tipo Nautilus, no le restan ni un centímetro de calidad a una de las escritoras que mejor ha sabido involucrarse dentro de los vericuetos de la Antropología.

«The Left Hand of the Darkness» (La Mano Izquierda de la Oscuridad), novela ganadora del Premio Hugo en 1970 y el Nebula en 1969, es uno de mis libros preferidos. Un mundo cubierto por un eterno invierno, donde seres humanoides pueden cambiar espontánea e involuntariamente de sexo, dependiendo de la pareja que tengan.

En una entrevista concedida a Faith Justice, Le Guin admite que al principio de su obra fue cautelosa en cuanto al manejo de su feminismo. Incluso en esta novela, aún utiliza «él» para los personajes andróginos y raramente los muestra en sus roles femeninos. Me dijo que se arrepiente de haberle permitido a sus personajes, tener relaciones heterosexuales exclusivamente. Pero piensa que escribió el mejor libro que pudo, dada la época.

«The Dispossessed» (Los Desposeídos), es posiblemente su libro más conocido. El mismo le mereció el Premio Hugo, el Nebula y el Locus, más un reconocimiento por ser la única autora en ganar en dos ocasiones ambos premios en la categoría novela.

Durante toda la obra, se plantea un diálogo inducido entre el sistema capitalista del planeta de origen Urras y su luna Anarres, un mundo semidesierto y escaso de alimentos, donde no existe el concepto de Propiedad, en sentido alguno. Pero luego de una abrupta separación por motivos ideológicos, un grupo sale de Urras y funda una nueva sociedad bajo los lineamientos de Odo, la profeta y mártir que inspiró la insurrección.

A 200 años del «asentamiento» ambos mundos mantienen estrictas relaciones comerciales, basadas en el intercambio de materia prima provista por la luna, a cambio de productos imposibles de fabricar con la antigua tecnología de Anarres. A pesar de esto, el desarrollo de la ciencia continúa debido a la necesidad de adaptar la vida a un mundo tan inhóspito.

Shevek, un físico «anarresti», intercambia sus trabajos con científicos de Urras, todo lo cual degenera en conflictos diplomáticos, al ser este invitado al planeta madre, como primer visitante en 200 años.

Como parte de su obra, encontramos la serie denominada Los Libros de Earthsea (En ingles: Terramar). Luego de leer estos libros, específicamente el primero, «A Wizard of Earthsea» (El mago de Earthsea), no puedo sino pensar que «Harry Potter y la Piedra Filosofal» es una vulgar imitación dirigida a lectores que no conocen a Ursula K Le Guin.

La saga, escrita entre 1968 y 1992 incluye 5 libros escritos en orden, pero con la característica de que pueden leerse de forma independiente sin perder sentido.

Estas historias están ambientadas en un lugar llamado Earthsea. Los personajes incluyen magos, dragones, sacerdotisas, y otros elementos que bien pudieran recordar a los escritos de Tolkien, en cuanto a su riqueza y complejidad. Aun cuando en aparenta tener una trama adolescente, el estilo discursivo de Le Guin acerca estos libros a una audiencia más adulta de a la que fueron dirigidos inicialmente.

«Encender una vela es derramar una sombra» dice uno de sus sabios personajes, como muestra de la eterna búsqueda del balance entre luz/oscuridad, macho/hembra, acción/inacción.

«Los autores son artistas…yo pienso que la gente restringe el termino ‘artista’ para designar a pintores y escultores, pero tú puedes practicar el arte en cualquier medio que elijas. Las palabras son mi medio».

Para el mes de junio, Le Guin publicará un libro con traducciones de la poeta chilena Gabriela Mistral. Por cierto, otro ícono entre las feministas.

Ha recibido el National Book Award, 6 premios Hugo, 7 premios Locus Readers, varios premios en honor a su larga trayectoria y 5 premios Nebula, uno de ellos otorgado en abril de 2003 como la vigésima «Grand Master» de la SFWA (Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de América). Grupo que incluye a escritores tan reconocidos como Arthur C. Clarke, Isaac Asimov, y Ray Bradbury.


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