Caribeño que no haya bailado la música de Celia Cruz por lo menos una vez en su vida o haya gritado ¡Azúcaaaaa! en plena borrachera en un matrimonio definitivamente no debiera llamarse tal.
Caribeño que no haya bailado la música de Celia Cruz por lo menos una vez en su vida o haya gritado ¡Azúcaaaaa! en plena borrachera en un matrimonio definitivamente no debiera llamarse tal.