¿Son comestibles las ardillas?

Con el costo de la vida por las nubes, he empezado a hacer planes para sobrevivir con lo que tengo a mano. Como soy carnívoro he empezado a hacer un inventario de los gatos y perros de mi barrio para que en caso de ser necesario, saber dónde vive mi próximo almuerzo. Mi pregunta es, yo que vivo en la ciudad, qué otras posibilidades tengo de mantener mi dieta de proteínas al día. He visto montones de ardillas en la Plaza Bolívar… ¿son comestibles? Y si lo son, ¿tienes alguna receta? Jaime Urbina, Caracas, Venezuela.

Ese día Raúl dejó de usar alucinógenosEstimado Jaime: Sospecho que en una u otra oportunidad todos hemos comido asado de perro o gato, sea en un restaurante de mala o en empanaditas que creemos de pollo. La macabra costumbre de servir la cabeza del conejo en el plato, no es una simple formalidad, viene de alguien que comió gato por liebre y no le gustó.

En Corea, el perro es un plato común en los restaurantes y para ello existen granjas donde son tratados cual vacas. Su piel se utiliza para alfombras o abrigos y el pene se receta como afrodisíaco. Mientras investigaba tu pregunta encontré algunas fotos más o menos espeluznantes de una de estas granjas

En los algunos países orientales, los compradores hacen que los perros sean colgados del techo casi hasta morir. Entonces se les quema el pelo con un soplete y voilá, ahora entendemos eso de «vida de perros». Pero esto no es nada comparado con el destino de los gatos. Por favor, deja de leer aquí si eres de estómago débil.

El zumo de gato es un repotenciador muy reconocido en China. Y si alguna vez has exprimido una esponja, tienes una idea de cómo se hace. Una de las recetas más populares consiste en romperle los huesos con un martillo (menos el cráneo), para luego dejarlo «reposar» unos diez minutos. Es importante que el animal no se muera. Luego, se quema el pelo y se arroja vivo en una caldera de agua hirviendo sazonándolo al gusto. Tras una hora de cocción, el animal cuela en una jarra y puede ser tomado frío o caliente. En Beijing se vende en paquetes congelados que se consumen cual «chupi-chupi».

Sobre los riesgos a la salud, no existe prueba alguna sobre efectos dañinos para el ser humano. Y quienes han comido ardilla, como de costumbre, dicen que sabe a pollo. Haciendo un search en Google con las palabras eat y dog , encontré un site donde aseguran que la carne de perro tiene menos hormonas que el pollo, es más suave que un bistec, tiene menos grasa que el chancho y la oveja y contiene menos metales pesados que el pescado. Allí ofrecían una receta que mezclaba varios tipos de «nuestros mejores amigos» en un estofado.

Perros, gatos y especialmente las ardillas de la Plaza Bolívar, están frecuentemente infectados con rabia y otras enfermedades que pueden ser transmitidas de sólo verlos. Y aunque a mí jamás se me ocurrió comerme una ardilla, alguien que conozco me facilitó esta receta que -según él- aprendió mientras hacia el servicio militar.

Se recomienda utilizar ardillas grises, ya que las rojas son menos carnosas y por alguna razón tienen más nervios y glándulas. Para que la carne se ablande un poco, cuelga la ardilla por las patas y déjala allí por unos dos o tres días hasta que añeje. Usando guantes todo el tiempo, toma un cuchillo bien afilado, haz un corte limpio a lo largo de la cola y cortes longitudinales en la espalda. Después pela la ardilla como un cambur, sujetando las patas traseras y tirando la piel desde la cola. Extrae las entrañas. Lávala con una solución de vinagre y agua y presto, guisa como te enseñó tu mamá.

Bon appetit.


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