Sid Vicious: el último mohicano

Pregúntele a cualquier fanático del rock el nombre de un miembro de los Sex Pistols —o el nombre de un músico punk en general— y la respuesta será siempre la misma: Sid Vicious. Esto no es de gratis. Durante su breve paso por la fama John Simón Ritchie se convirtió en el símbolo de los elementos más superficiales de la música punk: violencia, indolencia, drogas, alcohol y el desinterés total por todo y por todos. Y el día y la forma de su muerte terminó de sellar su estatus como una estrella del Rock & Roll. Apenas tenía 21 años.

Sin embargo, lo que Vicious y el movimiento punk representaban y lo que Vicious era en particular, son dos cosas completamente distintas.

Vicious, entre sus conocidos y compañeros de banda, no era más que un pobre perdedor sin un gramo de inteligencia o sentido común. Un muchacho tranquilo fácilmente influenciado por los que le rodeaban a cometer cualquier tipo de estupidez que tenía poco talento musical.

A pesar de la creencia generalizada de que los Sex Pistols eran un grupo amateur sin mucho de experiencia o talento, la banda estaba compuesta por músicos que sabían muy bien lo que estaban haciendo. Todos en la banda podían tocar sus instrumentos, excepto Vicious, quien según sus compañeros trató de aprender a tocar el bajo, pero no pudo. Principalmente porque fue rápidamente masticado por el estrellato y la heroína.

Vicious no carecía totalmente de talento pero tuvo muy poco que ver musicalmente con el éxito de los Sex Pistols. La visión de Rotten como crítico social en realidad chocaba con el estrellato y la egomanía de Ritchie, y este ni siquiera estuvo presente cuando la mayoría de las canciones fueron escritas.

Johnny Rotten era el alma del grupo y él se deben las letras, la música y toda la imagen del grupo. Sin embargo fue Vicious quien contribuyó en mayor parte a popularizarlo, añadiendo cierta energía a las presentaciones en vivo que, irónicamente, solo dañaban al grupo por la debilidad rítmica que producía.

Sid Vicious nació en Londres el 10 de mayo de 1957. Su madre era soltera y adicta a las drogas lo que dio suficiente tiempo a Vicious para conocer las calles de Londres. Sus ídolos eran David Bowie y la banda Roxy Music, y en lo posible los imitaba hasta en la forma de vestirse.

Mientras iba al liceo en 1975 conoció y se hizo amigo de John Lydon, alias Jhonny Rotten, quien lo bautizó «Sid Vicious». Supuestamente el papá de Rotten había perdido un pedazo de su mano tras ser mordido por un hámster con el mismo nombre, dice la historia. Vicious odió el nombre desde el momento en que lo escuchó por primera vez.

Vicious y varios amigos vivían en edificios abandonados en Londres y Rotten y Vicious ocasionalmente tenían que dormir en las estaciones de metro. Por lo que cuando los Sex Pistols se unieron, Vicious inmediatamente se convirtió en el seguidor número uno de la banda.

Antes de ser parte de los Sex Pistols, Vicious tocó para Siouxsie and the Banshees la primera vez que estos se presentaron en vivo. Pero esta época es más recordada por la violencia con la que él explotaba cada vez que iba a un concierto. Durante un concierto de The Damned, Vicious fue arrestado por lanzar una botella de cerveza al cantante, pero falló y golpeó a una mujer en el público dejándola ciega.

En otro incidente en 1976, Vicious le cayó a cadenazos a un periodista, por lo que su fama como músico violento ya era bastante conocida en el público underground. Por eso cuando en 1977, Glen Matlock dejó la banda, Rotten sugirió a Vicious como reemplazo a pesar de que no sabía tocar el bajo. Rotten tenía la esperanza de que este aprendiera y veía como un activo que la imagen que Vicious se había creado llamara constantemente la atención de la prensa.

En 1977, poco después de que Vicious se unió a los Pistols, Johnny Thunders and the Heartbreakers llegaron a Londres para tocar junto a The Clash y The Damned. Siguiéndolos venía una groupie adicta a la heroína llamada Nancy Spungen.

Thunders, otra joya digna de contar su historia, hizo lo mejor que pudo para introducir la droga que más le gustaba entre sus amigos de Londres y —según cuentan— en una oportunidad sostuvo una jeringa de heroína frente a Vicious y le gritó que si era hombre o niño. Esta era clase de cosas que el inmaduro de Vicious no podía resistir.

Más tarde, el mismo Thunders, tratando de deshacerse de Spungen, se la presentó a Vicious. Allí comenzaron realmente sus problemas.

Spungen estaba feliz de salir con un Sex Pistols, y según miembros de la banda, Vicious estaba con ella sólo para molestar al resto del grupo. Pero inmediatamente tras su unión al grupo Vicious se trasformó en una estrella; lo cual mezcló bien con su egomanía y el hambre de Spungen por las drogas.

Sid Vicious tocó por primera vez con los Sex Pistols en abril de 1977, pero a pesar de haber tratado no había aprendido a tocar el bajo. Para la grabación de Never Mind the Bollocks llegó tan borracho, que no sólo no pudo tocar, sino que además la banda llamó de nuevo a Glen Matlock para que ocupara el puesto de Vicious. Durante el tiempo que estuvieron juntos, los Sex Pistols trataron en vano de deshacerse de Spungen y de ayudar a Vicious a dejar la heroína.

En enero de 1978, The Sex Pistols se embarcó en su primera y última gira por los Estados Unidos. Entonces ellos no eran muy conocidos en América, donde prácticamente lo único que se habia regado era su mala fama. Vicious hizo todo por reiterarla apenas llegó.

Pero Estados Unidos no era Inglaterra, donde usualmente no pasaba nada cuando este cometía sus actos de violencia en contra del público. Como en la gira no estaba con Nancy, Rotten trató de nuevo de ayudarlo a dejar la heroína, pero Sid estaba demasiado fuera de control. En los conciertos comenzó a automutilarse y en un concierto en San Antonio, Texas, llamó al público «un montón de maricas» y golpeó a alguien con el bajo en la cabeza.

En un restaurante de carretera camino a Tulsa un camionero se apagó un cigarrillo en la mano y reto a Vicious a hacer lo mismo. Sid agarró el cuchillo y se cortó la mano tranquilamente antes de seguir comiendo.

Después de un concierto en San Francisco Vicious sufrió su primera sobredosis. Tres días más tarde —camino a Nueva York— cayó en coma. De regreso a Londres Rotten lo despidió del grupo y sólo se les unió para la filmación del documental The Great Rock ‘n’ Roll Swindle en París, donde grabó un par de canciones. Ese año —sin amigos ni nadie con intenciones de ayudarle en Londres— se mudó a Nueva York con Spungen y empezó a ganarse la vida tocando con una banda que había creado junto al ex-bajista de los Sex Pistols, Glen Matlock.

Pero su relación con Nancy Spungen se aseguró de que cualquier intento de abandonar las drogas y dedicarse seriamente a la música fracasaran.

El 12 de octubre de 1978, Sid Vicious se despertó en el Hotel Chelsea y encontró a Nancy Spungen tirada en el piso del baño muerta a puñaladas. Aunque no podía recordar lo que había pasado, Sid confesó haberlo hecho y fue arrestado.

Siendo su artista, Virgin Records pagó la fianza, pero sólo para que Vicious tratara de suicidarse cortandose las venas con una hojilla. Por esto fue encerrado en el hospital psiquiátrico de Bellevue por dos semanas.

Una vez libre —el 9 de diciembre— Vicious regresó a la cárcel gracias a una pelea y fue puesto en libertad otra vez en febrero de 1979.

Ese mismo día se drogó con heroína que le había proporcionado su madre, salió a la calle, compró más y volvió a drogarse. A la mañana siguiente fue encontrado muerto de una sobredosis. Tenía 21 años.

La muerte de Nancy Spungen nunca fue resuelta. Según Vicious todo había pasado en una discusión sobre la compra de heroína. Herida, Spungen había tratado de hacerse un torniquete que no función y terminó por desangrarse.

Sin embargo, Vicious siempre mantuvo la duda sobre lo que había sucedido. Para resolver el asunto, Malcolm McLaren, manager de los Sex Pistols, contrató unos detectives para descubrir la verdad y concluyeron que alguien más había matado a Spungen. Varias personas habían estado esa noche en el apartamento de Vicious —y alguien había estado haciendo un trato de drogas— mientras un cheque de Virgin para Vicious descansaba tranquilamente sobre una de las mesas de noche.


Descubre más desde El Nuevo Cojo Ilustrado

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario