¿Por qué no hacen los aviones de lo mismo que hacen las cajas negras?

Cuando hay accidentes de aviones, las autoridades siempre salen en busca de la caja negra, la cual tiene garantizada su supervivencia sin importar lo aparatoso del accidente… Si estas son indestructibles ¿por qué no hacen todo el avión del mismo material… y qué decir de los barcos, los carros y los edificios? Así todos estaríamos más a salvo. Carlos Ochoa, Caracas, Venezuela.

Estimado Carlos: la única razón por la cual los aviones serían más seguros si se hicieran del mismo material de las cajas negras, es porque nunca levantarían vuelo. No existe motor en esta tierra de Dios que pueda mover un aparato de millones de toneladas de peso sin fundirse en el acto.

Las cajas negras, que en realidad son amarillas, rojas o naranja fosforescente, son la principal fuente de información para determinar la causa de un accidente. Por lo general son dos, una cumple la función de grabar las voces en la cabina y la otra la información del vuelo. Cada caja cuesta alrededor de $15.000 y la razón por la que sobreviven al impacto de una colisión, es porque están hechas con algunos de los materiales más fuertes y pesados de la Tierra.

Los aviones son fabricados con los materiales más livianos posibles y cada día compañías como Dupont experimenta con ellos para hacerlos pesar menos todavía. Para darte una idea, un automóvil es alrededor de 20% plástico y aluminio; un 747 es 85% este metal. De hecho, la preocupación por el peso es tan seria que muchos aviones ni siquiera se pintan para alivianar el fuselaje. Por eso en donde cae un avión, rara vez queda algo más que confetti.

Las cajas negras son otra historia. Su coraza está hecha de acero antigolpes, antifuego y antiagua, que de acuerdo con las especificaciones de la Administración Federal de Aeronáutica de EE.UU., debe soportar la presión del agua a 6000 metros de profundidad durante 30 días y sin oxidarse; resistir 3400 gravedades o lo que es igual, resistir viajar a 650 kilómetros por hora y pararse en seco en medio metro; aguantar temperaturas de al menos 1100° C (más alta que la de la lava) durante treinta minutos; y tener un transmisor de radio que haga posible su localización. Aún después de todo esto las cajas negras usualmente funcionan por años.

En el interior se encuentra el dispositivo de grabación. Está montado en un molde, el cual está dentro de otra caja, a su vez cubierta por una armadura de acero y titanio. Los modelos más recientes son del tamaño de un six pack de cerveza y pesan unos 20 kilos. Si esto no es suficiente para aclarar tu pregunta, hagamos un experimento para ilustrar.

Escoge la parte de la ciudad que más te guste y camina veinte cuadras de ida y vuelta sin nada más que la ropa que lleves puesta. Luego, realiza el mismo viaje, esta vez con una mochila repleta de libros. Si logras hacerlo, te darás cuenta de 1) porque nunca vas a ganar un premio Nóbel de física y 2) de porque las cajas negras son modelos irrepetibles fuera del mundo de la aeronáutica.


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