Manual para críticos intensos de cine (sobre Holly Motors)

El Nuevo Cojo Ilustrado presenta su método científicamente comprobado para convertirte en un intelectual del cine. Pase de ser el idiota que cita películas de Adam Sandler, al intelectual misterioso e intenso que plebiscita la cinta insoportablemente mala Holly Motors como mejor película del año. En sólo cinco lecciones, usted aprenderá a tratar cualquier película basada en un cómic con desprecio, así como el manejo de claves semióticas incomprensibles destinadas a ridiculizar a su interlocutor («¿No entendió Synedoche: New York? Claro, es que usted no entiende la deconstrucción hermenéutica vienesa de principios del siglo XX»).

Advertencia: Este manual lo convertirá en una mezcla de Alessandro Baricco, Jean-Luc Godard y Cantinflas. Usted parecerá un sesudo analista de la imagen y la narrativa visual, capaz de defender planos estáticos de diez minutos donde no pasa absolutamente nada. El cine es un proceso masoquista (es «arte», n’est-ce pas?). Cualquier película que le haga sonreír quedará descartada de entrada, a menos que conste de oscuras referencias filosóficas que nadie entiende (allí usted reirá copiosamente: «¡Jajaja! ¡Schelling como precursor del Vereinigung Bildender Künstler Österreichs! ¡Genial chiste!», en medio del silencio sepulcral del resto del cine).

Excepciones: Este manual no funcionará con fanáticos de Meryl Streep, fumadores de cigarrillos armados y enrolados a la mano y campeones regionales de canasta.

Vestimenta

Las primeras impresiones son lo más importante. Usted, el crítico intenso, concentra toda su vida en el cine. Lo demás es superfluo. Privilegie el look «pedófilo frente a un colegio de niñas»: gabardina amarillenta, sucia, cabello desarreglado, gafas oscuras. Mientras más se parezca usted a Léos Carax, mejor. Introduzca sus zapatos en la trituradora de alimentos o páseles una aplanadora por encima antes de ponérselos. Deje que su perro juegue con sus pantalones un par de días antes de utilizarlos. Usted jamás se lava el cabello: eso le quita tiempo que podría pasar viendo alguna cinta Filipina surrealista—sin diálogos—de cinco horas de duración.

Discurso

El crítico intenso debe partir de la base de que cualquier persona que no haya estudiado siete años de semiología, composición de imagen, historia del teatro griego, teoría de los colores y modelos matemáticos sobre la difusión de la luz, es un completo idiota que no tiene derecho a ninguna opinión sobre el cine. Recuerde que el arte cinematográfico es flagelación: para usted ver una película es como acostarse encima de una cama de clavos. Un director que decide mostrar un plano estático durante diez minutos es un genio: a él no le importa el público, es un artista. Destruya a todos sus interlocutores con esta joya: «Es que usted no ha visto las siete horas de Empire State de Andy Warhol». Jaque mate. ¿Alguien está hablando de películas sobre el nazismo (como El pianista o La vida es bella)? ¡Basura comercial al lado de las diez horas de Shoah de Lanzmann! Usted tiene los cinco DVD y los ve con toda su familia (mínimo) una vez por mes. Huelga decir que las palomitas de maíz, chocolates y bebidas están estrictamente prohibidas en toda proyección.

Referencias

Usted es una cinemateca ambulante. No hay filme intenso que no haya visto. Para usted, cine «comercial» es lo que hacen Brillante Mendoza, Greg Araki y Gaspar Noé. Irreversible es entretenimiento infantil: usted la vio y se desternilló de la risa. La escena de tortura de Imprint de Takashi Miike, es más o menos Wall-E, comparada con las cintas de Corea del Sur y Europa del Este que usted ve todas las mañanas. Bollywood y Nollywood son referencias de «entretenimiento» a menos que su interlocutor conozca sus películas. En ese caso, Bollywood es una basura para ignorantes.

Últimas consideraciones

Recuerde que usted es un crítico serio. Si Stéphane Delorme y usted están obligados a sentarse durante tres o cuatro horas a ver a Charlotte Gainsbourg rebanándole el sexo a Willem Dafoe, pues usted hará lo posible para obligar a todo el mundo a verlo también. Esto es cine serio, cine de intelectuales. Si se entiende, no es cine. Si hay una historia de amor, menos. Genial es Made in U.S.A, de Godard, que usted entendió por completo, pero no le arruinará la experiencia a su interlocutor explicándola. La trama es tan obvia que le aburre siquiera hablar de esa película. Usted no puede interpretar 2001: Odisea en el espacio sin bostezar.

Conclusiones

Repita la máxima de todos los críticos de cine intensos: usted está aquí para proteger el arte. Usted estudió cine y en algún momento soñó con hacer una película, pero su guión fue rechazado por complicado y genial ya que las productoras lo único que quieren es dinero. Ahora usted es el cancerbero del cine. Usted está en una cruzada para restaurar el «arte» en el cine. Su misión en la vida es apoyar películas «intensas» y «serias» y todos sabemos que mientras menos gente vea la película, pues mejor y más complicada es. No es que Holly Motors sea una mamarrachada sin pies ni cabeza, un popurrí de ideas malas e infantiles, no; es que los demás no la entienden. Peleles. Son proletarios mediocres que se entretienen con explosiones de Michael Bay.

Siga estas instrucciones y le garantizamos que se convertirá en el tipo más insoportable—pero temido y respetado—del cóctel (usted va a «cócteles», no «fiestas»). El Nuevo Cojo Ilustrado le ayudará a vengarse del maldito gremio, que ignoró su talento y lo redujo a «crítico de cine». Usted es un artista (a pesar de nunca haber escrito o filmado absolutamente nada) y su pelea es por defender el cine «de verdad». Por último, recuerde repetir durante lo que queda del 2012: «Holly Motors no es un pasticho kitsch aburridísimo: ¡es la película del año!». Así, su trabajo por destruir cualquier viso de «diversión» en el cine y volverlo tan entretenido como ver cómo se seca una pared recién pintada estará hecho.