El otro día vi «Fear Factor» (traducido al Mercado latino como «El factor miedo), uno de los concursos televisivos más populares entre la juventud de este país emitido por los alegres chicos de la cadena MTV. El programa consiste en una serie de pruebas terriblemente sádicas que ponen a prueba los límites del ser humano y que los concursantes van pasando una por una hasta quedar eliminados. Parte de la gracia consiste en ver la humillación a lo que la gente esta dispuesta por cien mil dólares y salir en televisión. La humillación del ser humano en la pequeña pantalla resulta terriblemente entretenida y vende mucho.
El programa de ayer en concreto consistía en lo siguiente:
Tres chicas y tres chicos Americanos rubios de sanote aspecto competían por los cien mil dólares. La primera prueba consistía en introducir la cabeza por la parte baja de un pequeño acuario con tarántulas vivas durante cinco minutos (a las que previamente les ha sido sustraído el veneno, claro). La primera en meter la cabeza dentro del acuario fue una rubia de Texas. La habían dado instrucciones de que pasase lo que pasase nunca abriera la boca (para que no se le colase ninguna me imagino). Esta lloraba con la cara cubierta de arañas mientras trataba de no balbucear.
A mí todo esto me impresionaba muchísimo. Las Tarántulas es uno de mis grandes miedos infantiles y ser encerrada en un acuario con estos bichos es lo peor me puede pasar en la vida y no entiendo como alguien puede hacerlo por dinero (y menos aun por cien mil míseros dólares). Pero si yo lo estaba pasando fatal la rubia lo estaba pasando mucho peor que yo. Esta pasó la prueba pero salió del acuario y le dio un ataque de nervios.
La última prueba sería la mejor de todas. Los concursantes son llevados a un oscuro sótano con dos urnas y un gran cubo de basura metálico. Una de las urnas está llena de cucarachas y la otra esta llena de ratas muertas. Estas últimas deben de llevar muertas varios días porque están rígidas. Encima de cada mesa hay una pequeña balanza de comida. El siniestro presentador lo explica la prueba con una mueca cruel:
Los concursantes irán a la primera mesa y llenarán la balanza con trescientos gramos de cucarachas, y como previamente han sido esposados las van a tener que agarrar con la boca. Este insecto siempre me ha dado muchísimo asco. Creo que preferiría que me tiraran aceite hirviendo a meter la boca abierta en una urna y llenarme la boca de cucarachas vivas. Después de llenar la balanza con 300 gramos de cucarachas, el segundo «plato del menú» consiste en llenar el cubo de basura. Esta vez con veinte ratas muertas.
Ver a estos chicos agarrando ratas entre los dientes y tirándolas a un cubo mientras los espectadores del programa les chillan barbaridades es probablemente, junto con las imágenes en video de las torturas a los presos Iraquíes, uno de los espectáculos más denigrantes hacia el ser humano que he visto en mi vida en una televisión pública. Pero esto es Estados Unidos de América y me voy dando cuenta de que aquí «todo vale» con tal de conseguir niveles de audiencia que dupliquen los precios de los espacios publicitarios. «El fin justifica los medios cuando se trata de dinero». Son los famosos «valores Americanos» de los que habla tanto el presidente y que desgraciadamente son continuamente exportados al resto del mundo. Los productores saben que la degradación del ser humano vende, y vende mucho por lo que se ve. Yo por lo menos no puedo despegarme de la pantalla mientras veo esto. Todos los chicos y chicas de Kansas disfrutan y se ríen mucho con este espectáculo televisivo. Son los mismos chicos y chicas que se reían ante los prisioneros iraquíes desnudos en pirámide en aquella cárcel de Irak y les tomaban fotos para enviárselas a sus familias como recuerdo. La diferencia entre este programa y las imágenes de la cárcel es que estos jóvenes están aquí por su propio pie mientras que los prisioneros iraquíes habían sido forzados a ello. Después de tres meses enganchada al «Factor miedo» me he dado cuenta que el propósito del show es el mismo: convertir en placer el horror del sufrimiento humano colocándolo en una situación límite y degradar a la persona con el único fin perverso del disfrute de los espectadores.
Como decía el ministro de defensa Rumsfeld al resto del mundo mientras levantaba el dedo índice dentro de la pantalla «Las torturas de Irak no representan a los valores Americanos». Que mentiroso el tío. Como se nota que esta demasiado ocupado planeando ocupar países y no ve la televisión, pues no sé a quien quiere engañar con esa frase. Las torturas de Abu gharaib representan completamente los valores Americanos, y en especial los de la juventud. Si no que me lo pregunten a mi que vivo aquí y me paso el día enganchada a la televisión y empiezo a comprender en silencio cuales son los valores Americanos.
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