El 2003, inesperadamente, fue increíblemente fructífero para el mundo del cine, y creo que no exageraría al decir que en este año se establecieron varias tendencias que cambiarán este arte y a su público para siempre. Dos de ellas: la aceptación comercial del documental y la ruptura del formato de dos horas con la universalización de las secuelas.
El documental —que debo decir siempre fue uno de mis géneros favoritos— en los últimos tres años ha tomado tanto momentum, que dudo que desaparezca de la cartelera en los años por venir. Los hubo excelentes y los hubo mediocres pero en general tuvo definitivamente más alcance que el cine tradicional. Y todo gracias a la popularidad de los reality shows norteamericanos, que aunque un género totalmente distinto y decadente, pusieron al público en contacto directo con historias sin necesidad de los artificios comunes del séptimo arte: la actuación y el guión.
Lo mismo aplica para las secuelas o películas seriadas, de las cuales sólo entre el 2002 y el 2003 se vieron tres ejemplos: «The Lord of the Rings», «Kill Bill» y «The Matrix». Aunque cada una reveló las deficiencias y ventajas de este tipo de formato, el que los estudios de cine se hayan atrevido a producir películas que no pueden ser comprimidas en una cinta de VHS para consumo comercial inmediato, ha revelado una veta que esperemos no cierre.
El que estos dos avances hayan ocurrido se debió exclusivamente a la aceptación del público y su traducción en números para las productoras, que como todos sabemos, trabajan en base a ganancias y no la calidad del producto que venden. Pero en fin, dejemos la charla y vayamos directamente a nuestra selección de lo mejor y pero del 2003
La lista es una selección de las mejores películas entre los tres críticos regulares de El Nuevo Cojo y una asignación por puntos de acuerdo a su clasificación en el New York Times, el Los Ángeles Times, y el periódico alternativo estadounidense The Village Voice. Hemos excluido a periódicos europeos y latinoamericanos porque muchas de las películas que aquí mencionamos no se han estrenado en estas zonas.
Las mejores del 2003
1. The Russian Ark: Esta es la película que posiblemente puso más gente a dormir durante todo el 2003. Sin embargo, esto no le quita el mérito de ser un hito automático del cine. Filmada con una sola cámara y sin editar, Alexander Sokurov logró mostrar al mundo que una tecnología que ha estado siendo probada desde mediados del siglo veinte está lista para ser explotada. La película es una viaje por la historia rusa vista a través de un visitante al Museo del Hermitage en San Petersburgo, al que Sokurov se las arregla para caminar de salón en salón y siglo en siglo, sin perder la narrativa ni el paso. Una obra maestra. |
2. The Return of the King: Honor a quien honor merece. Peter Jackson realmente se jugó las bolas al convencer a New Line Cinema de hacer tres películas, una tras otra, basada en una historia que en otras oportunidades había resultado en tremendos fracasos comerciales. La última en la serie cierra un ciclo que rara veces se ve, en el que una obra original palidece frente a su puesta en pantalla. Pero quizás ahí está el secreto. La tecnología cinematográfica por fin está en el punto en que puede hacer honor a Tolkien, y Jackson no ha decepcionado para nada. |
3. 21 Grams: El drama pesimista de González Iñarritu nos deja ver por qué los premios Oscar son cada día menos relevantes. Si estos hicieran justicia todos los actores de esta película estarían nominados y recibirían un Oscar como mejores actores o actrices. Sin excepción, 21 gramos es una de las película mejor dirigidas y actuadas en la historia del cine. |
4. Lost in Translation: En su segunda película, Sofía Coppola nos dice que no porque su papá sea una leyenda y ella sea una niña mimada, esto significa que ella no pueda hacer una película «interesante». A Bill Murray lo han dirigido muchos, pero Coppola logra sacarle una actuación que por sí sola vale la inclusión del film en esta lista. |
5. American Splendor: Algo insólito de esta película es que está basada en un libro de caricaturas. Al igual que The X-Men o The Hulk, la historia se basa en el drama de seres con problemas de personalidad y genética. Gente que vive al borde y cuyas vidas no son lo que siempre esperaron. Pero la gran diferencia que las separa es que la historia de Harvey Pekar trasciende la banalidad sin cambiarla y la transforma en arte. Esto es verdadero cine. |
6. Whale Rider: El sólo hecho que esta película fuese terminada merece un premio. Hermosamente filmada, actuada y dirigida, Whale Rider mata cualquier excusa de cineastas en países sin tradición cinematográfica para decir, «es que no podemos» o «el gobierno no me da presupuesto». Vean esta obra de arte e inspírense. |
7. The Fog of War: Este documental sobre Robert McNamara, el arquitecto de la guerra en Vietnam, es la mejor prueba de que la inteligencia no siempre es algo bueno. Independientemente de la opinión del ex-secretario de defensa estadounidense, este documental es un tour de force para comprender la manera en que los hilos del poder son manejados. |
8. Spider: David Cronenberg es uno de los directores de cine menos apreciados del mundo. Y Spider es una buena razón de por qué. La película definitivamente no es para todos los gustos, pero de cuándo acá la calidad tiene que ver con el gusto de nadie. Cronenberg es un profeta y sus películas tienen la cualidad de entenderse mejor luego de un par de años. Por eso este ejercicio de genialidad contenida no será oído por muchos hasta que empiece a ser una influencia dentro de una nueva generación de cineastas. |
9. La Commune (Paris, 1871): Esta es la película más larga que alguna vez vayas a ver, 6 horas. Pero igual que The Russian Ark, es una pieza de colección que no debe ser ignorada por ningún cinéfilo. La película es una increíble reconstrucción de una olvidada revolución socialista, hecha ladrillo por ladrillo de una manera tan impresionante que sólo puede ser descrita como genial. Esta puede ser la cinta salida de Francia más relevante desde, bueno, desde hace mucho tiempo. |
10. Ciudad de Dios: En la ultima década es indudable que el cine latinoamericano está a la vuelta de un boom. Y una de las pruebas más contundentes es Ciudad de Dios. El cine de hoy en día, con toda su violencia y efectos especiales, no llega de cerca a esta magistral cinta, cuyo mensaje puede reducirse a: si quieres ver algo impresionante, abre tu ojos y ve el mundo que te rodea. |
Las peores del 2003
1. Gigli: Repetiremos lo que dijimos con ocasión del estreno de esta película. Nunca sabremos qué poseyó a los gerentes de Sony Pictures al aprobar su producción. Gigli, sin ninguna duda, pasará a ser parte del pensum de todas las escuelas de cine del mundo, porque en ella se encuentran todos los errores de guión, casting, dirección, actuación y hasta escenario que pueden cometerse en una cinta. Es el deber de todo crítico de cine que se precie de participar en el linchamiento público de esta pieza de los actores mejor conocidos como «Bennifer». |
2. Gods and Generals: Es imposible saber con cuál libro de historia estudiaron los escritores de esta película, que en sus cuatro de horas de tortura cinematográfica nos intentan convencer de un Estados Unidos en la época de pre-guerra civil donde los esclavos apoyaban al sur y estaban contentos de quedarse donde estaban con cadenas en los tobillos. Increíble. |
3. Anything Else: Woody Allen merece estar de primero en esta lista. No por malo, sino porque él puede dar más. Sin embargo, prefiere hacer un refrito de sus éxitos pasados con actores más jóvenes para presentarse a un nuevo público. Un tiro por la culata. |
4. The Matrix Revolutions: La primera película de The Matrix es un clásico del cine. Lástima que sus directores hayan perdido la chaveta dándole vida y hayan declinado poco a poco y tan dolorosamente hasta crear esta pieza de verdadera ineptitud cinematográfica. La película es prácticamente inentendible por dos razones. Una, no hay nada que entender, y dos porque no vale la pena hacerlo. Cero uno. |
5. Dr. Seuss’ The Cat in the Hat: Esta es una de las películas más ofensivas contra la inteligencia infantil jamás creada en Hollywood. Mike Myers no sólo no da risa, da lástima. Otro en picada y sin salvavidas. Lamentablemente, esta cinta es evidencia de que su carrera está llegando a su fin. |
6. Cold Mountain: Lo más sorprendente de esta película es que es tan descaradamente pésima, que muy seguramente sea nominada a todas y cada una de las categorías del premio Oscar. Lo único que uno se pregunta una y otra vez durante todo el film es, ¿a quién demonios se le arrodilla Nicole Kidman para ser considerada una de las mejores actrices del planeta. Si decide verla, llévense una bolsa de esas que dan en los aviones. |
7. Charlie’s Angels 2: Lucy Liu, Drew Barrymore y Cameron Díaz… Guao. Creo que no tenemos que decir más. |
8. Gasoline: Francia ha producido algunas de las mejores películas de la historia del cine. Y en el fondo de todas ellas, en alguna parte, está Gasoline. Un remake franchute de «Thelma & Louise» con lesbianas en vez de «trailer trash». Sería más fácil perdonar a los franceses por su negativa a participar en la guerra de Irak que por Gasoline. |
9. SWAT: Da vergüenza votar por esta película por ser una confesión expresa de que uno la vio. Pero a pesar de esto, estuvo presente en casi todas las listas de peores películas de todo el mundo. 6 millardos de personas no pueden estar equivocadas. Además, SWAT duró apenas dos temporadas en televisión, ¿por qué hacerle una película? |
10. House of Sand and Fog: Ben Kingsley no ha hecho una buena película desde… Ghandi. Y con esta sigue la racha. Sobreactuada tanto por él como por Jennifer Connely, House of Sand and Fog hubiese sido un éxito increíble si hubiese sido vendida como una comedia. |
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