Kensington Gardens

Es imposible leer la segunda selección anual del premio Novela de Carretera sin sentirnos familiares con el texto. Conocemos la historia y sus personajes. Todos sabemos del lugar y hasta lo que pasa al final. Sin embargo no dejamos de leer. Nos reímos del giro que sufre la historia de ese personaje empotrado en nuestro subconsciente desde la niñez: Peter Pan. La única diferencia es que ahora, cuando Peter vuela, lo hace de verdad y ya no viste mallas, prefiere los jeans.

xavier-fernandez-autorretratoLa novela de Xavier Fernández, es una adaptación de la vida del personaje creado por J.M. Barrie, Peter Pan, esta vez ambientado en el Londres punkie de finales de los setenta, donde personajes y lugares reales no necesitan mucho para llenar las zapatillas de los chicos perdidos, el capitán garfio y Wendy.

Kensington Gardens, el céntrico parque londinense, es el nunca jamás de la fantasía de Barrie, donde Peter, un joven corredor de anfetaminas y demás que junto a un grupo de chicos que se hacen llamar Los hijos de Margaret Thatcher, viven aventuras entre personajes que Barrie nunca pudo haber previsto: inmigrantes jamaiquinos, crisis económica, neonazis y punketos de verdad y de escaparate entre otras especies.

Wendy, protagonista y narradora, conoce a Peter y se une a su banda, llevándonos por un recorrido por la movida inglesa de los setenta y el drama de crecer con un Peter Pan que tiene más de inmaduro que de inocente. El tiempo, como un depredador implacable juega un rol fundamental en esta historia.

Xavier Fernández su autor, periodista, ilustrador y escritor español a quien tuvimos el gusto de entrevistar como ganador de este mes, se abre en nuestra entrevista. Solo esperemos que a la hora de cobrar su seguro social no le pasen factura…

El Nuevo Cojo: Comencemos con un poco de calistenia interrogativa. ¿De donde eres? Háblanos un poco acerca de tu persona…

Xavier Fernández: Nací en Barcelona, y aquí sigo. Es una ciudad muy, muy especial, entre europea meridional y africano-magrebí, con algunos toques asiáticos y latinoamericanos. Es una ciudad muy diversa, muy cosmopolita, con mucha población extranjera, y eso me encanta. Es una ciudad con una personalidad muy particular. No sé si sería capaz de vivir en otro sitio (bueno, si alguien me propusiera residencia en París lo consideraría), aunque con las ciudades amadas pasa como con las mujeres amadas: a veces es que no la soportas. Por generación, diría que soy un poco, e inevitablemente, hijo de la mini revolución cultural que inició el movimiento punk londinense y, en España, eso que se vino en llamar «La Movida» y cuyo producto más famoso es Pedro Almodóvar. A pesar que el epicentro de La Movida fue Madrid, y en Barcelona la vivimos un poco de refilón.

ENC: La novela, ¿autobiográfica en algún aspecto?

XF: Supongo que sí, que las historias que te salen siempre tienen algo que ver con tu experiencia vital, aunque escribas novela histórica o ciencia ficción, y los personajes que creas tienen algo de ti o de la gente que conoces, aunque tú seas un varón español treintañero y tu personaje una niña inglesa de dieciséis años, por poner un ejemplo. A este respecto, recuerdo haber leído que Gustave Flaubert decía: «Madame Bovary soy yo».

ENC: ¿Has escrito algo aparte de Kensington Gardens?

XF: Algunos relatos cortos, alguno de ellos ha ganado algún pequeño premio por ahí. Los tengo publicados en Internet, y uno que se titula El Gran Dios Mono Blanco ha alcanzado para mi sorpresa cierta popularidad en los barrios literarios de la red de redes. He escrito también una obra de teatro, Diógenes y Epicuro en el parque, que se puso en escena brevemente en un teatro de las afueras de Barcelona en el año 2000. Pero sobre todo he escrito guiones para series de televisión, montones de ellos. La mayoría mediocridades, pero uno tiene que comer y pagar el alquiler. Mejores fueron los guiones que escribí, en colaboración con Oriol Paulo, un talentoso director de cine en ciernes y gran amigo mío, para dos de sus cortometrajes, El Foro y Cerebrations.

ENC: ¿Cuanto tiempo te llevó escribirla?

XF: Poco, unos tres meses, aunque ha sufrido un par de reescrituras, con intervalos de años por en medio. Las reescrituras también han sido muy breves: menos de un mes cada una.

ENC: ¿Noche, día? ¿Máquina, mano, computadora, papel? ¿Cómo haces para manejar el tiempo y poder escribir?

XF: Para mí lo ideal es la tarde-noche, bien comido y bien relajado tras una buena siesta, y al final de la jornada desconectar yendo a ver una película al cine en la última sesión de la noche. Pero esto es lo ideal, ojo; pocas veces puedo permitírmelo. Por regla general, me tengo que conformar con los domingos por la tarde. Y el tiempo lo manejo muy mal: soy muy poco disciplinado con los horarios. No tengo talento alguno para organizar el tiempo; el reloj siempre ha sido mi gran enemigo. Prefiero escribir con ordenador, sin duda alguna. Escribir a mano me cansa, en parte porque soy zurdo, lo que hace incómodo escribir a mano en nuestro alfabeto latino occidental, incomodidad que desaparece con el teclado. Además, escribir a mano es mucho más lento que mecanografiar, y eso me hace perder el hilo a veces. Las máquinas de escribir convencionales no me gustan porque me irrita el fragor del tableteo y el sonido de la campanita de final de línea me desconcentra. Además, los folios siempre acaban siendo ejemplos de pintura matérica a fuerza de capas superpuestas de Tippex, tachaduras de bolígrafo y recortes pegados. El ordenador es silencioso (lo que me ayuda a mantener la concentración y me permite poner música mientras escribo; una ventaja añadida), simplifica las tareas más rutinarias y facilita enormemente la corrección del texto, aunque reconozco que quizá lo facilita demasiado; si no te andas con cuidado acabas por pasar más tiempo corrigiendo que escribiendo. Es una gran tentación en la que yo caigo continuamente.

ENC: ¿Fanático de Peter Pan?

XF: Creo que es una novela excelente (La película de Disney, en cambio, es una cursilería edulcorada. Y la de Spielberg es directamente horrorosa), redonda, y que presenta unos personajes-arquetipo tan universales como puedan serlo Madame Bovary, Don Quijote, Sancho Panza o Hamlet. Pero de ahí a ser fanático, no sé. Sí que es verdad que antes me sentía más identificado con el personaje de Peter Pan, el niño eterno, y ahora en cambio me siento más próximo al Capitán Garfio, el adulto amargado. Será que me hago viejo…

ENC: ¿Por que Inglaterra y no España?

XF: Como ya dije, uno de los referentes básicos de mi adolescencia fue, como para muchos europeos y no sé si para muchos americanos de mi generación, el punk británico, Sex Pistols, The Clash y compañía. En cierto modo, el Londres Punk, que no el Londres real (ciudad en la que, por cierto, jamás he puesto los pies), es uno de los territorios de mi particular isla de Nunca Jamás. Así que cuando se me ocurrió recurrir al mito de Peter Pan para transmitir la melancolía que produce la pérdida de la adolescencia, relacionarlo con el punk británico fue inevitable. Y me funcionó estupendamente, además.

ENC: Tus referencias musicales me recordaron a las de Bret Easton Ellis en American Psycho. ¿Influenciado por Ellis o nunca lo has leído?

XF: ¿? Me sorprende la conexión. Sí que he leído la novela, y me pareció bastante buena (y bastante desagradable), pero ni me entusiasma ni creo que me haya influenciado, y además los gustos musicales de Patrick Bateman son en general bastante distintos de los míos. No digamos ya sus gustos sexuales…

ENC: La movida Punk. Me imagino que eres fanático de los Pistols. En lo personal yo me que quede en esa época.

XF: Yo soy más de The Clash. Los Sex Pistols tienen un indudable encanto, pero reconozcámoslo: eran unos músicos horribles. Los sigo escuchando a veces (a los Clash más que a los Pistols) pero no me he quedado ahí; en su momento me entusiasmé con The Pretenders, Nirvana, el noise-pop (fenómeno musical exclusivamente español), el renacimiento de la música celta, el hip-hop o el nuevo techno, por poner algunos ejemplos. Y sigo atento a las novedades, por si sale algo que me gusta.

ENC: Bueno, Sid Vicious ni siquiera tocaba… ¿Has llevado tu novela a alguna casa editora o fue la intención dejarla online desde el principio?

XF: La he llevado a algunas casas editoras, donde en general he cosechado comentarios bastante favorables, y algún responsable editorial se la quedó unos meses para ver si le encontraba un hueco en el calendario de publicaciones. Pero todas me hicieron el mismo reproche: ese formato de novela breve-brevísima es muy difícil de encajar en el mundo editorial español, donde no tiene ninguna tradición; aquí se permite ocasionalmente como capricho de escritor consagrado, pero no se atreven a publicarla de uno desconocido: temen que el público no responda por falta de costumbre. Así que acabé publicándola en Internet, porque al director de la revista literaria online Badosa EP (http://www.badosa.com/) le gustó y no tenía los antedichos prejuicios contra el formato.

ENC: ¿Y como ha sido la respuesta?

XF: Muy silenciosa, en general. Los amigos que la han leído me han hecho comentarios entusiastas, pero claro, son amigos. Algunos lectores de originales de algunas de las editoriales donde la presenté me escribieron cartas bastante halagadoras, pero no he recibido ningún mensaje del público internauta, lo que me sorprende un poco, porque cuando la saqué en Badosa.com ya había colgado allí algunos relatos breves, y cada vez que publicaba uno generaba una cierta cantidad de correspondencia. En cambio, con la novela los lectores guardaron silencio.

ENC: Hablemos de influencias ¿Cuales son tus autores favoritos?

XF: Mi lista de autores favoritos es demasiado larga y variopinta para incluirla aquí. En cuanto a las influencias, soy de la opinión de que éstas suelen ser involuntarias, y que el influenciado casi siempre es el que en peor posición está para dilucidarlas. Pero, a riesgo de dejarme otros de los que no soy consciente, yo diría que los que más me han influenciado han sido Julio Cortázar, Raymond Chandler y Manuel Vázquez Montalbán. Más o menos por ese orden de importancia.

ENC: ¿Qué lees en este momento?

XF: Justo he finalizado Soldados de Salamina, de Javier Cercas, y tras leer un par de esos libros periodísticos que te sientes en la obligación de leer para estar bien informado de la actualidad, espero tener tiempo para hincarle el diente a Al Este del Edén, de John Steinbeck. Y espero con ansiedad que Carlos Fuentes edite por fin su prometida novela sobre una hipotética visita del Conde Drácula a Ciudad de México (hace un año le leí en una entrevista que estaba en ello).

ENC: ¿Te gusta algún autor latinoamericano en especial? ¿Algún venezolano?

XF: Me gustan muchos, es inevitable; actualmente la literatura en español es, en su mayor parte, literatura latinoamericana. Los escritores españoles peninsulares son una esquinita muy chica de ese gran territorio. Me da un poco de vergüenza admitir que no conozco gran cosa de la literatura venezolana: siempre me he fijado más en los argentinos (Cortázar por encima de todo, ya lo he dicho. Y Borges, Bioy Casares, Macedonio Fernández) mexicanos (Carlos Fuentes, Juan José Arreola, Jaime Sabines) y colombianos (Gabriel García Márquez, claro, pero más Fernando Vallejo, aunque suene a herejía). De entre los más actuales, sigo con particular interés al ya citado colombiano Fernando Vallejo, el chileno Luis Sepúlveda y el cubano José Carlos Somoza. Aunque en general soy muy cauto a la hora de comprar libros de escritores contemporáneos: casi nunca lo hago hasta que el escritor en cuestión tiene ya varios libros en el mercado y gente de mi confianza me ha alabado su calidad.

ENC: A la hora de escribir; ¿Cuales son tus hábitos? ¿Qué condiciones consideras ideales?

XF: En parte ya lo he dicho antes: tener una tarde libre por delante, haber comido bien y haber dormido la siesta, estar solo en casa y tener en el equipo de audio una banda sonora adecuada, que suelo escoger de entre mi colección de discos (que es bastante ecléctica) para crear la atmósfera idónea. Es importante que no haga calor. En verano apenas escribo, además el aire de Barcelona, como ciudad costera que es, tiene un porcentaje de humedad muy elevado y en cuanto sube la temperatura se forma un bochorno que te hace sudar como un cerdo a la mínima que te mueves. Y el ordenador genera calor, haciendo que escribir sea aún más incómodo. También siento cierta preferencia para escribir por los días nublados o lluviosos. Los días soleados me distraen; me entran ganas de salir a tomar una cerveza en alguna bar al aire libre para contemplar las muchachas.

ENC: Ver a las españolas siempre es un espectáculo. ¿A que edad empezaste a sentir inclinación por la literatura?

XF: Siempre me ha gustado mucho leer, desde niño. Con quince o dieciséis años, y con un considerable empacho de Kafka, había escrito algún relato breve de cuyo nombre y contenido no quiero acordarme. Después quise encauzar mi interés por la escritura estudiando la carrera de periodismo en la universidad.

ENC: Tienes un talento increíble para la ilustración ¿Nunca pensaste en ilustrar tu libro por ti mismo?

XF: De hecho, en un determinado momento de mi vida pensé dedicarme como dibujante-guionista a hacer cómics, que al fin y al cabo son una forma sofisticada de literatura ilustrada. Pero la industria del cómic española, que era fuerte al principio de la década de los ochenta, se hundió de forma súbita y estrepitosa, vedándome esa salida profesional. Y me encaucé hacia el periodismo y hacia el mundo del audiovisual, que es un veneno altamente adictivo.

ENC: Un poco de política para variar…¿Cómo ves las cosas hoy en día? España. ¿Cómo va todo con Aznar?

XF: Uf, Aznar… ¿te refieres a ese enano cabezón, autoritario y cerril que ha recuperado vicios políticos que creíamos enterrados con el franquismo, que ha mejorado la situación económica para sus amiguetes y las clases altas, que las ha empeorado hasta el estrangulamiento para las clases medias, medias bajas y bajas, que ha fomentado la desconfianza hacia los inmigrantes africanos y latinoamericanos con legislaciones y declaraciones que bordean el racismo más vergonzoso, que ha arruinado con estúpidas arrogancias las relaciones preferentes que España tenía con zonas tan ligadas a nosotros por lazos históricos y culturales como son el mundo árabe y el mundo latinoamericano, que se ha pasado por la entrepierna la unidad europea que el 90% de la población española secunda para ir corriendo a lamerle el culo al presidente Bush y que a los que le criticamos por todo eso se permite acusarnos de terroristas verbales y antipatriotas? Pues con ese Aznar las cosas no van muy bien, la verdad. Menos mal que el año que viene se larga.

ENC: ¡Cosh!, para que pregunto. Pero bueno….El reto Europa-Estados Unidos por Irak.

XF: Creo que lamentablemente Europa perdió una gran oportunidad de constituirse en la superpotencia conciliadora y defensora de la ONU que se opusiera a la superpotencia agresiva y arrogante que ahora mismo es USA y equilibrase un poco la balanza de poder mundial. Y ha perdido la oportunidad no sólo por culpa de la ruptura del consenso europeo en política exterior que efectuaron Aznar, Blair y Berlusconi, sino por la actitud demasiado tibia de los gobiernos que sí se opusieron a la guerra, los de Francia, Bélgica y Alemania principalmente, que ya están haciendo todo lo que pueden por congraciarse con el gigante gringo. En general, los gobiernos europeos tienen como miedo de oponerse demasiado a los Estados Unidos, no comprenden que en el proceso de convertirse en una potencia económica unificada, Europa se va a encontrar en competencia inevitable con la mayor potencia económica del mundo, que es los Estados Unidos. Y los Estados Unidos, en cambio, sí que tienen muy claro y desde hace tiempo que una Europa unificada es un competidor peligroso para ellos en el mercado mundial, y están actuando en consecuencia, tratando de desunir a los países miembros de la CE con diferentes tratos de favor o directamente enviando a la CIA a hacer espionaje industrial a las empresas europeas que actúan en el mercado internacional. ¿Y qué hacen los gobiernos europeos ante esta situación? Miran hacia otro lado y simulan que no han visto nada.

ENC: Coincido contigo en esta opinión. Definitivamente Europa perdió una oportunidad histórica. Pero vayamos de vuelta a la novela ¿Tienes algo entre manos? ¿Otra novela?

XF: En la actualidad estoy moviendo un guión para largometraje por productoras, a ver si hay alguna que pica, y avanzo pasito a pasito en la escritura de una novela que en principio se titulará Barcelona Jazz Club y será considerablemente más larga que Kensington Gardens. De hecho, sólo llevo tres capítulos completados y ya le gano en extensión a K.G.

ENC: Bueno y para terminar, la pregunta de las 10.000 lochas: ¿colaborarías con El Nuevo Cojo Ilustrado? Alguna pieza de vez en cuando y de cuando en vez?

XF: Sí, cómo no. De hecho, desde ahora te prometo que la próxima cosilla que finalice y que merezca la pena ser publicada te la envío a tí directamente.

Para conocer más acerca de Xavier Fernández visita su website en la siguiente dirección:

http://xavierbfernandez.com

Baja Kensington Gardens haciendo clic aquí

Para saber más acerca de James Matthew Barrie y su obra visita la biblioteca virtual y léela online en http://www.literature.org/authors/barrie-james-matthew/.

Este link es para obras en inglés, si algún lector tiene un link a su obra en español, por favor déjanos saber para cambiar link. Gracias.

Entrevista realizada online por Gordon Milcham el 18 de Mayo del 2003.


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