Desde que vi «21 gramos» por primera (la he visto dos veces más desde entonces) no he podido dejar de pensar en ella. Apenas salí del cine me embargó la sensación de que había visto algo. ¿Qué? Aún no estoy muy seguro de que puedo dar esta respuesta. «21 gramos» es una película soberbiamente actuada y dirigida. Pero en su esfuerzo por mantenerse fuera de los límites del común denominador hollywoodense, Iñarritu hace uso de recursos pocos convencionales, que por momentos me hicieron dudar de sus intenciones.
La película es sobre la vida de tres solitarios cuyas vidas se intersectan como producto de varias tragedias. Iñarritu fragmenta las historias en un collage atemporal que cuando es puesto de forma lineal es poco más que mediocre.
La primera vez que vi la película la deseché basado en esta premisa. Pensé que Iñarritu quizás se había valido de la fragmentación del filme para ocultar la debilidad del guión. Sin embargo, esta teoría se debilita por las sólidas actuaciones de sus protagonistas, Naomi Watts, Benicio del Toro, Sean Pean y Melissa Leo, y la misma dirección de Iñarritu, que me hacen pensar que aunque el filme hubiese sido filmado de manera lineal, ellos hubiesen hecho de este ensayo un producto interesante.
Además, ¿por qué Iñarritu se tomaría la molestia de filmar un guión que siempre supo mediocre, teniendo en sus manos un equipo que de no hacerlo bien quizás no hubiese tenido nuevamente?
El mérito de «21 gramos» no está en la historia en sí, sino en el recurso narrativo que utilizó su director para ponerla en marcha, y que la convierte, de la forma en que está hecha, en una película completamente diferente; la exploración sobre la forma de contar una historia.
En la película, Sean Penn es Paul Rivers, un profesor enfermo de muerte que espera un transplante corazón junto a su esposa Mary (Charlotte Gainsbourg), que busca salir embarazada por inseminación artificial en caso de que Paul muera.
Watts es Cristina Peck, una solterona reformada transformada en esposa devota; y Del Toro es Jack Jordan, un ex-convicto evangélico que trabaja como consejero juvenil en una iglesia. Su esposa, Marianne (Melissa Leo), es una madre más preocupada por su reincidencia que por el sentimiento de culpabilidad por su pasado criminal.
En una de las escenas más dolorosas de la película, Marianne, en medio de la noche se arrodilla llorando a lavarle la sangre del parachoques al camión de Jack, que acaba de atropellar accidentalmente al esposo e hijos de Cristina. Y aquí es donde las tres historias se interceptan, cuando Cristina dona el corazón de su esposo y el mismo es transplantado a Paul.
Hasta ahora he puesto estas tres historias de manera lineal, de forma que parezcan coherentes, cuando en realidad no lo son. En «The Limey» y «Memento», sus directores demandaron del público una atención poco convencional. Pero Iñarritu lleva esto a extremos inconcebibles. La película viaja del pasado al futuro o viceversa en cuestión de minutos y sin que parezca que hay una secuencia lógica. Tal cual si estuviera editada más de acuerdo con el significado que con el contenido.
Por lo que sólo cuando estamos en el último tercio de la película es cuando empezamos a deducir qué demonios es lo que está pasando. Esto me recuerda ala primera película de Iñarritu, escrita por el mismo guionista, Guillermo Arriaga.
Puesta de esta manera, con escenas sueltas y cortas que parecen sacadas de otra película, Iñarritu se da el lujo de impregnar al espectador de secuencias que por sí solas son fascinantes. Mostrando los sentimientos de sus protagonistas fuera de contexto, el público es obligado a reflexionar rápidamente acerca de lo que está viendo sin poder regresar alo que sucedió antes.
En esta película, Penn aparece como nunca antes y mucho mejor que en la sobreapreciada «Mystic River». Tras años de trabajo duro, finalmente ha crecido hasta ser un gran actor. Naomi Watts —quien viene de la escuela de David Lynch— podría hacer lo mismo de cuidar sus papeles. Pero realmente el que se lleva los laureles aquí es Benicio del Toro.
En su rol, no sólo se siente cómodo; él es Jack. Uno siente su pasado sucio y su decencia en cada una de sus miradas y movimientos. Sin afectaciones, Del Toro llena a su personaje de una vitalidad que no es común ver en la pantalla. Su personaje es el más rico de la película y él le sacó todo el jugo posible. Es un buen hombre, pero con su temperamento. En una parte se le ve pegándole a su hijo. Y en otra a uno de los muchachos de la iglesia, que él cree va por mal camino.
El centro de «21 gramos» es la vida de Jack, quien cree que Dios lo ha castigado a pesar de haber estado haciendo bien por mucho tiempo. Aguantando el castigo, consistente en quitarle la vida a tres inocentes, Jack duda de su fe, pero igual se entrega a la policía al creer que hace lo correcto. Cuando su esposa le sugiere que pretenda que el accidente nunca pasó Jack le responde, ¿Y qué si esos fueran nuestros niños?
Más tarde, viéndose al espejo, da una lección sobre responsabilidad al decirle a su esposa: «la decisión que yo tome… ese es mi espejo».
¿Habría sido «21 gramos» más efectiva de haber sido presentada en forma lineal? Nunca lo sabremos. Iñarritu prefirió hacer un filme profundo e interesante, en vez de un melodrama típico, pero a costa del entendimiento del público que muchas veces puede no entenderlo o carecer de la paciencia para esperar por el desenlace.
Para los fanáticos del cine, esta es una película altamente recomendada que puede ser el comienzo de una carrera bien interesante para Iñarritu.
Producción: Dirigida por Vadim Perelman; escrita por Perelman y Shawn Lawrence Otto, basada en el libro de Andre Dubus III; director de fotografía, Roger Deakins; editada por Lisa Zeno Churgin; música por James Horner; diseñador de produccion, Maia Javan; producida por Michael London y Vadim Perelman; Estudio: DreamWorks Pictures.
Protagonistas: Jennifer Connelly (Kathy), Ben Kingsley (Behrani), Ron Eldard (Lester), Frances Fisher (Connie Walsh), Kim Dickens (Carol), Shohreh Aghdashloo (Nadi) y Jonathan Ahdout (Esmail).
Enlaces de interés
1. Website Oficial de «21 Gramos»
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