Factores que alteran las reglas de los medios

En Venezuela ha pasado de todo en los últimos años. Una revolución que lleva como compañera algunos golpes y enconos que han generado muerte y violencia en este país. Como consecuencia de un mal manejo de los medios que sólo muestran un rostro de la realidad, una nueva camada de cineastas y documentalistas está marcando un movimiento en «la hora de los hornos». Esta tendencia también sucede en otros países de Latinoamérica, como el caso de Argentina donde se ha disparado la realización de documentales y videos sobre temáticas socio políticas en los últimos años. (Según datos de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Facultad de Comunicación Social)

Así es también el caso en Venezuela, donde numerosas productoras independientes han generado impactantes documentales reveladores de la historia de los golpes que han acosado en los últimos tiempos a este país. Tal es el caso del cineasta Ángel Palacios, con su magistral obra aún no del todo reconocida «Crónicas de una Masacre» y la de Carlos Azpúrua y Jacobo Penzo, «Conspiración Petrolera», por sólo nombrar algunos.

Se han realizado numerosos proyectos audiovisuales —muchos de ellos de excepcional calidad y corte, financiados por la empresa madre PDVSA— que sustenta gran parte de las Misiones que lleva adelante el plan de Gobierno.

Esto es impensable en muchos países empobrecidos como Argentina que no tiene fondos para financiar más que industrias de emergencia como la nueva Energía Argentina S.A. (Enarsa) que llega en momentos en que el país sufre una escasez de gas que amenaza con castigar la economía.

La necesidad de generar fuentes alternativas

El mundo esta sediento por conocer qué pasa en Venezuela. Por dar un ejemplo en Argentina en el mes de febrero último, la única manera de tener información sobre los acontecimientos de la Guarimba, era a través del canal Globovisión que se transmitía en directo y en simultáneo en 3 canales argentinos que pertenecen a la misma compañía de multimedios que conforma el conglomerado de Crónica, Canal 13 y TN. Así también en los diarios La Nación y Clarín de Buenos Aires se reproducían los artículos del diario El Nacional y El Universal respectivamente. Es decir, no había una opción alternativa de información a las fuentes opositoras del Gobierno de Chávez.

Tal vez es por esto que el auge y preponderancia del concepto Comunicación sea sorprendente. Uno de los Ministerios que mayor relevancia tiene es el de comunicaciones y así también se ha priorizado la enseñanza de esta carrera en la novísima Universidad Bolivariana. También hay dos canales estatales nuevos (VIVE TV y el próximo Caracas TV).

Se comprende que el gobierno esta priorizando el apoyo y sostén a medios alternativos que han crecido en forma asombrosa en este país desde la asunción del Presidente en vigencia. Los periódicos y semanarios alternativos proliferan en verdaderas «esquinas calientes».

Revalorización del género documental

En este contexto, ha surgido un nuevo tipo de percepción audiovisual que demanda otro tipo de géneros informativos además del formato tradicional del noticiero.

La gente que sabe que los medios no transmiten lo que pasa, está pendiente de un género que no es nuevo pero que se ha revalorizado en los últimos años en Latinoamérica: el documental.

Así el documental esta ocupando un preponderante espacio que tiempo atrás hubiera sido impensable, y esto es referente a toda Latinoamérica y en el mundo. No hay Festival de Cine que no tenga una categoría para el documental en estos tiempos.

En el caso de los extranjeros que vienen a Venezuela: italianos, irlandeses, alemanes y argentinos, son sólo un ejemplo de personas que han elegido este país como modelo político de investigación y documentación.

Venezuela ha hecho gira internacional con el célebre documental independiente «La revolución no será transmitida» de la realizadora irlandesa Kim Bartley que ha impactado hondo en los más diversos rincones del planeta provocando un efecto bumerán. No es casualidad que muchos productores y periodistas internacionales hayan sacado sus tickets a la ciudad de Caracas con el fin de captar el aire bolivariano, para poder analizarlo y tal vez digerirlo para otros.

«Desde que asumió Chávez cambiaron las reglas del juego». Esta es la opinión de los realizadores Lucila Gallino, periodista independiente argentina y del alemán Ralph Niemeyer. Ambos llegaron a Venezuela hace un año con ganas de plasmar la gran inercia que arrastra a los «chavistas» y al desasosiego que padecen los opositores. Recientemente finalizaron el documental «Factor Ch» producido por la productora irlandesa Silent Creek Studios. El documental narra en condensados 30 minutos los dos golpes de estado, se acerca a interpretar que es la revolución bolivariana y el actual proceso de referéndum. En «Factor Ch» se afirma que desde antes de que George W. Bush asumiera la presidencia en los EE.UU. ya se anunciaba como target de los Estados Unidos al Gobierno de Hugo Chávez. También se asevera que los muertos de Puente Llaguno fueron producto de una estrategia conformada de antemano por la Casa Blanca con el apoyo de la policía metropolitana, los francotiradores y líderes de la oposición.

«Este país es referente hoy para muchas naciones, pero no sólo en Latinoamérica, sino del mundo entero. Es increíble que aun se siga discutiendo sobre que es lo que pasó en abril del 2002 en este país. La verdad esta cansada de tener que salir a la luz tan lentamente» dice la realizadora argentina. «Chávez es como una nueva Evita masculina aggiornada. Aquí podría suceder lo que pasó hace 25 años en Nicaragua, donde la Revolución fracasó principalmente por cuestiones económicas».

Los realizadores Gallino y Niemeyer post produjeron su documental luego de un año de trabajo intensivo en diversas partes del país y fue exhibido en teatros en Irlanda y Alemania.

Lucila Gallino, actualmente reside en Caracas y lleva adelante otras coproducciones con Vive TV, la Universidad Bolivariana y productores locales de Venezuela.

Otros documentalistas y cineastas están llegando a Caracas para presentar su obra e intercambiar emociones fuertes, como el caso del galardonado director argentino Fernando «Pino» Solanas, quien fuera largamente aplaudido en estos días en el Teatro Teresa Carreño al presentar su último film «Memoria del saqueo».

Por otra parte el canal Vive TV y la Universidad Bolivariana están gestionando una coproducción para que otros documentalistas argentinos vengan en unas semanas al Caribe para exhibir y compartir sus obras con el público venezolano.

Sin dudas los pueblos de Argentina y Venezuela se están acercando más que nunca en lazos verdaderos de fraternidad y de acompañamiento en momentos de extremas dificultades.

El documental «Crónicas de una Masacre» y «Factor Ch» pueden verse en la página de internet de Venpres.

Enlaces de interés

1. Website oficial de Venpres


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