Agente de Control pasa a mejor vida

Maxwell Smart, temible operario del recontrespionaje, falleció el pasado 25 de septiembre en Beverly Hills, California. Conocido como el archienemigo número uno de la organización criminal «Kaos», Smart salvó al mundo de algunos de los criminales más ineptos de la historia de la televisión durante sus cuatro temporadas en el aire en la serie «Get Smart!», titulada en español como «El Súper Agente 86».

Maxwell Smart, temible operario del recontrespionaje y archienemigo número uno de la organización criminal «Kaos», falleció el pasado 25 de septiembre en Beverly Hills, California.

Nacido Donald James Yarmy en Nueva York el 13 de abril de 1923, se cambiaría el nombre a Don Adams (el apellido de su esposa) al llegar a Hollywood tras ver combate en la segunda guerra mundial y haber sido el único en sobrevivir de su pelotón durante la invasión a Guadalcanal.

Sus compañeros de trabajo, en especial el agente 44, lloraron su desaparición describiendo la tragedia como «un golpe mortal a la lucha contra el terrorismo y el aburrimiento». Pero fue la agente 99 quien más tuvo que decir sobre su ex compañero y de trabajo y esposo televisivo. «Max era un excelente espía». Explico 99 entre lágrimas. «Extrañaré mucho las llamadas que me hacia desde su zapato-teléfono».

En consideración con la condición de agentes secretos, muchos de los presentes necesitaron de arreglos especiales. Así, aunque la funeraria parecía vacía, en realidad estaba cundida de espías, con el agente 44 escondido en la poceta, el 32 dentro de una parrilla y el 78 detrás de una lámpara de pie.

Pero la ocasión fue interrumpida en más de ocasión por la torpeza de Larabee, el único agente considerado como «más estúpido que Smart». El Jefe sin embargo, hizo honor al luto al no reclamar a Larabee por los problemas.

De vez en cuando —dijo el maestro del contraespionaje— se cometen un error o dos. Smart mismo los cometía todos los días. Pero al final, a veces hay que juzgar en razón de los resultados en vez de los procedimientos.

Ante estas palabras algunos de los presentes comentaron sobre la situación en Irak y si lo mismo aplicaba al presidente Bush.

—Si eso aplica a Smart —dijo 99—, quizás también aplique a Irak. O sea, hasta ahora el presidente Bush ha puesto la torta durísimo, pero quizás al final todo salga bien. Al oír sus palabras el Jefe sonrió y abrazo afectuosamente a la viuda. 99 —le dijo— recuerda que esto es televisión. Las estupideces en la vida real no terminan en actos heroicos, sólo en muertos y ya van más de 2000.


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